Los jóvenes se impusieron por sobre pares de una treintena de universidades nacionales de la Argentina, de Chile, de Colombia y de México.
Estudiantes de la cátedra de Litigación Oral Penal de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) se consagraron campeones del Concurso Nacional Universitario de Litigación Penal (Cnulp), que se desarrolló en San Luis del 7 al 11 de este mes.
Fueron los mejores entre pares de una treintena de universidades nacionales de la Argentina, de Colombia, de Chile y de México. El equipo de estudiantes estuvo conformado por Enrique Stefano Jogna Prat -elegido mejor litigante del certamen-, Bernabé Martínez Coubet, Lourdes Gálvez, Juan Pablo López, Daniel Dode, Nicolás Ferrero, Lucio Octavio Robles, Rubén Nicolás Flores Fares, Nahuel Altamirano, Moira Agustina Ruiz Sosa y Agustina Salazar.
La cátedra está a cargo de Pedro Roldán Vázquez. Lo acompñana Vanessa Lucero, Adolfo Bertini -se desempeñaron como coaches-, Natalia Marquestó -evaluadora en el concurso-, y los auxiliares de segunda Julián Yépez, Franco Arias, María Cativa, Sofía Anadón y Pilar Núñez.
Además del título de campeones, y del premio especial para Jogna Prat, la cátedra y la Facultad se llevaron una tercera distinción: Yepes y Marquestó redactaron “Fuego Interno”, uno de los complejos casos que formaron parte de la competencia.
El Cnulp es una iniciativa impulsada por el Instituto Nacional de estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales desde 2009 en la Argentina, en coordinación con universidades nacionales de distintos puntos del país. El objetivo del Cnulp es promover el desarrollo de programas destinados a formar estudiantes universitarios en la lógica y en la dinámica de litigación de un sistema oral adversarial y, a su vez, a entrenar a docentes y profesionales universitarios en materia de litigio estratégico.
Consiste en una actividad abierta para universidades que cuenten con cursos de formación para los estudiantes en materia de litigación oral. En ese sentido, funciona como incentivo para que este tipo de instituciones empiecen a implementar cátedras o cursos de litigio adversarial.
En concreto, el concurso consiste en la simulación de juicios orales penales. Los jurados evalúan el desempeño de los equipos sobre la base de las técnicas que utilizan. Los grupos que obtienen los mejores resultados pasan a las instancias finales, donde se enfrentan en un juicio por jurados -este rol fue desempeñado por vecinos de Villa Mercedes, la ciudad sanluiseña donde se desarrolló el encuentro.
“Preparamos a los chicos para esa actividad. El 70% de las provincias argentinas tienen juicio por jurado, como Buenos Aires, Mendoza, Córdoba, Entre Ríos, Corrientes, Chaco”, dijo Roldán Vázquez. “Con este tipo de sistemas se profundiza el proceso de litigación en democracia. Los sistemas que se heredaron de la colonia tienen la impronta de un sistema político autoritario, pero esto nuevo ayuda a democratizar a la sociedad. Replica con un conocimiento profundo de cómo funciona la Justicia. Crea una plena imparcialidad, sobre todo en aquellos casos donde hay presión social, política, de todo tipo que puede haber, hasta de la prensa, eso nos garantiza en los casos complicados que los jueces sean imparciales por ser accidentales y los protege el secreto ya que nadie sabrá cómo se votó. Los jurados son juzgadores de los hechos con la misma lógica con la que actúan los jueces”, añadió.
“Hubo una audiencia de selección de jurados; y ya durante la litigación no dejamos dudas. Y ganamos. Está comprobado que la persona que participa de un jurado luego incrementa su participación en la sociedad. Tiene el sentimiento de decir ‘con mi voto se hizo justicia’. Es más consciente de sus derechos y de los derechos de los demás”, señaló Jogna Prat.
Días atrás, los estudiantes y docentes campeones fueron recibidos por la decana de la Facultad, María Cristina Grunauer. Los jóvenes le agradecieron el apoyo incondicional y el impulso que recibieron de ella, en particular, y de las autoridades de la unidad académica, en general.