Desde hace una docena de años funciona con éxito en el ámbito de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) el Programa Institucional de Tutorías. Actualmente, cuenta con tres coordinadoras: Verónica Vallejo (Académica), Virginia Borigen (Extensión) y Antonella Peyrot Castro (Administrativa).
En el marco de este programa funciona, desde hace siete años, un espacio que aporta a la reinserción a la sociedad de personas privadas de la libertad a raíz de la comisión de delitos.
Se trata del Área de Tutorías en Contexto de Encierros, creada mediante la resolución 0020, del 23 de febrero de 2016. Hoy, más de medio centenar de estudiantes se encuentran cursando la carrera de Abogacía en estas condiciones. En 2021 Silvia Raquel Lai se había recibido de abogada y de procuradora; ella había iniciado y finalizado sus estudios en contexto de encierro. Se trata del único programa que contempla las tutorías en la educación de las personas privadas de su libertad dentro del ámbito de la UNT.
“Entendiendo a la universidad como un actor preponderante en el desarrollo de políticas públicas, resulta beneficioso desarrollar experiencias de educación universitaria en contextos de prisionización; no solo como concretización de un ideal resocializador, sino también como política de prevención, tendiente a dotar al interno de herramientas que posibiliten, una vez egresado, una participación socialmente positiva, con innegables ventajas comparativas respecto del momento de su encarcelamiento, contribuyendo a la evitación de la reincidencia”, se lee en los fundamentos de la resolución mencionada renglones arriba.
“El desarrollo de políticas educativas en contextos de encierro aparece no solo como un desarrollo tendiente a la resocialización y consecuente readaptación del interno, otorgándole herramientas para su desarrollo cultural y laboral, sino que se presenta como una contribución a la prevención del desarrollo de futuras conductas legalmente conflictivas por parte de persona, en cuanto minimiza las posibilidades de fracaso social”, agrega el documento referido.
El trabajo del tutor
“Junto a los tutores pares asistimos semanalmente a las distintas unidades del Servicio Penitenciario de Tucumán para llevarles el material de estudio que nos dona la Facultad o los estudiantes, por medio de campañas que organizamos a inicios de cada semestre. Además, les informamos las fechas de exámenes e inscripciones”, contó Vallejo, docente de la Facultad y encargada del área.
“Tenemos una biblioteca móvil mediante la cual se le presta el material al estudiante en contexto de encierro, y este lo devuelve una vez aprobada la materia, para que otro compañero lo pueda utilizar. Además, cerca de la fecha de los parciales o de las mesas libres organizamos clases de consulta con docentes de las materias que están cursando”, añadió.
Según contó, otro trabajo que llevan adelante los tutores tiene que ver con el acompañamiento propiamente dicho, cuando los estudiantes llegan a la sede de la Facultad para rendir. “Se lo presentamos al docente, porque en muchos casos ellos no pueden asistir a las clases y vienen directamente al examen”, explicó Vallejo.
Precisamente, la coordinadora subrayó que la imposibilidad de cumplir con una regular asistencia a clases es el principal problema que padecen estos estudiantes. “En muchos casos resulta materialmente imposible trasladar a 20 estudiantes dos o tres veces por semana desde el penal de Villa Urquiza a la Facultad de Derecho para que asistan a clases. Debido a ello, los tutores intentamos suplir ello con clases de consulta virtuales o mediante el campus. Entendemos que no resulta igual de efectivo, pero ante la ausencia de posibilidades y el esfuerzo que hacen nuestros estudiantes en contexto de encierro resulta beneficioso”, puntualizó. Agregó que el año pasado lograron muy buenos resultados con este sistema.
Vallejo despejó con claridad cualquier polémica que pudiese surgir alrededor de la implementación de tutorías con estudiantes en contexto de encierro. “La educación es un derecho fundamental, que no debe verse vulnerado porque la persona esté privada de libertad. Y las autoridades de la Facultad de Derecho, sus docentes -que ponen toda su predisposición y tiempo extra- y los miembros del Programa de Tutorías en Contexto de Encierro ponemos nuestro esfuerzo para colaborar en esta gran tarea que es acompañar a estudiantes, que solo se encuentran privados de libertad”, fundamentó.
Destacó, en especial, al equipo de tutores, que se desempeñan de manera ad-honorem. “Ellos también tienen sus obligaciones y exámenes por rendir, pero acompañan y colaboran con sus compañeros en contexto de encierro”, ponderó. Este año, el equipo se integra con Mica Llamas, Rocío Norry, Alejandra Romero Bórquez, Antonella Rosaura Chaile, Sofía Martín, Paulina Albiana González, Cyntia Lafuente, Brenda Vargas Vega, Ana Romano, Gladys Alcoba, Karina Martínez, Elisabet Quiroga, Silvia Lai, Lisandro Ríos, Álvaro Prelli y Florencia García.
La experiencia de tutorías a estudiantes en contexto de encierro en la Facultad de Derecho de la UNT se suma a otras experiencias de articulación entre una casa de altos estudios y las cárceles que se dan en el país. Por citar algunas, el Servicio Penitenciario Bonaerense con la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata; el Programa de Educación Universitaria en Prisiones de la Universidad Nacional del Litoral; el Proyecto “Exactas Ciudadana”, de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Río Cuarto; el Programa Universitario en la Cárcel de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Córdoba.
