14/12/20, 08:12 Facultad de Derecho y Ciencias Sociales - UNT
La nueva profesional también se convirtió en la primera tutora estudiantil en contexto de encierro, cuyo rol será importante para sus compañeras.
El Programa Institucional de Tutoría en Contexto de Encierro de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales nació en el 2016 y forma parte de una política de vinculación con la comunidad de mucha importancia en la gestión de la Decana Adela Seguí.
El programa es coordinado por Larisa Moris, Subsecretaria Académica, Juan Manuel Cardozo y Patricia López. El programa articula acciones con la licenciada Florencia Serrano, de la Modalidad de Educación en Contexto de Encierro del Ministerio de Educación de la Provincia, área que está a cargo de la licenciada María Eugenia Dip Torres.
Uno de los espacios en donde desarrolla sus actividades es en la Unidad 4 "Instituto de Rehabilitación Femenino Santa Esther", del Servicio Penitenciario Provincial, que está ubicado en la ciudad de Banda del Río Salí.
Allí, las tutoras estudiantes Camila Corrales Morales, Eleonora Casas y Victoria Parissia, acompañaron a varias internas en sus estudios. Entre estas últimas se encuentra Silvia Lai, de 51 años, que cumple una pena, quien se recibió de Procuradora hace unas semanas y en breve obtendrá también el título de Abogada.
Mientras tanto, Lai se sumó como tutora par al Programa de Tutoría. Esto implica que será un apoyo y colaborará con las estudiantes que están en la unidad penitenciaria en la que se encuentra. Es decir, se convirtió en la primera tutora estudiantil (a punto de recibirse de abogada) en contexto de encierro
Ese recorrido no le fue fácil a Silvia, pues tuvo que superar algunas adversidades del propio sistema hasta alcanzar su objetivo.
Desde la Facultad pudimos dialogar con Silvia y este es el resultado de ese encuentro:
- ¿Por qué decidió estudiar Abogacía?
Decidí estudiar Abogacía porque necesitaba ocupar mi tiempo en algo útil, además fue una manera de demostrarle a mis hijos que debían seguir adelante. Después de decidir lo consulté con mi abogado defensor para saber si era posible.
- ¿Estudiar Abogacía era una cuenta pendiente en su vida? ¿Lo hubiese hecho de no haber tenido esta oportunidad?
No fue una cuenta pendiente en mi vida, nunca se me ocurrió estudiar esta carrera porque ya tenía mi profesión que es la docencia y siempre me perfeccioné en esa línea.
- ¿Ya había realizado estudios terciarios?
Anteriormente estudié profesorado de Enseñanza Primaria y Licenciatura en Administración Educativa, título que obtuve en la UNSTA trabajando como maestra de grado durante 15 años.
- ¿Cuántas horas aproximadamente le puede dedicar al estudio durante el día?
No es fácil determinar el tiempo para estudiar ya que donde me encuentro no hay un espacio específico para hacerlo, por lo que a veces se pueden dedicar de seis a ocho horas. Otros días no se puede estudiar, por más intención que se tenga, y eso depende del estado anímico mío y de las demás personas que me rodean.
- ¿Se ha sentido acompañada en sus estudios? ¿A quiénes le gustaría agradecer ?
Mi familia siempre me acompañó, además una prima me mantuvo en contacto con la Facultad de Derecho para conseguir todo lo que necesitaba para estudiar y para mantenerme informada. En el inicio me apoyó en mi decisión María del Pilar Prieto, Jueza de la sala IV a la cual pertenecía. También fue importante el doctor Manuel Pedernera, mi defensor, quien me ayudó con las consultas, poniendo a mi disposición su biblioteca personal y gestionando los permisos para concurrir a rendir y a las clases.
Además conté con personas que a lo largo del camino aportaron mucho, hasta con palabras de aliento. Entre ellos están Guillermo Puig, del Programa de Tutoría en Contexto de Encierro de la Facultad de Derecho; además de encontrar en la Facultad personas como María Inés Torres, Florencia Sanna, profesores, personal de la biblioteca, de mantenimiento, del Centro de Estudiantes y compañeras como Camila, Eleonora y Victoria que me trataron con respeto, cariño y me apoyaron. Tampoco puedo olvidarme de Franco Venditti, del Ministerio de Educación de Tucumán.
- ¿Qué reacción encontró en sus compañeras de la Unidad Penitenciaria cuando se decidió a estudiar?
Pocas internas consideraron que era un ejemplo a seguir, con el tiempo la mirada fue cambiando y comenzaron a respetar lo que hago. Eso provocó que comiencen a tener interés en estudiar. En cambio en Villa Urquiza siempre respetaron lo que hice y muchos comenzaron a estudiar.
- ¿Cómo reaccionó su familia cuando le contó que iba a estudiar?
A mis hijos no les sorprendió pero sí festejaron mi decisión y siempre expresan el orgullo que sienten por mí. Mi familia está formado por mis hijas Silvina, mamá de Luana; Marisol, mamá de Nahiara y Ainoha; Rodrigo, que ya es ingeniero industrial y se recibió este año en la UNT; y Juan José, que está en quinto año de ingeniería industrial y en cuarto año de ingeniería mecánica, también en la UNT.
- ¿Qué área del Derecho es la que más le gusta?
La rama que estudio es Judicial y Resolución de Conflictos, que abarca muchos temas que me gustan como Violencia de Género, Penal y Familia.
- ¿Qué día rendió el parcial que le permitió completar las materias para ser Procuradora? ¿Con cuál materia se recibió?
Me enteré que me había recibido de Procuradora cuando subieron al sistema la nota de Práctica Profesional II, materia que cursé hasta marzo de este año.
- ¿Qué sintió al saber que se había recibido de Procuradora?
Me sentí muy contenta por haber cumplido con uno de mis propósitos pero en realidad me faltaban seis materias para Abogacía, así que sabía que debía continuar para lograr mi meta. En la actualidad me faltan dos, que son Derecho de los Recursos Naturales y Medio Ambiente y Derecho Legal del Mercosur.
- ¿Quiere seguir estudiando una vez que concluya con las materias que le faltan para ser Abogada?
Considero que constantemente una persona debe estudiar y desde que inicié el Jardín de Infantes no dejé de hacerlo. El ser humano vive en constante crecimiento por lo que creo que nunca dejaré de perfeccionarme.
- ¿Qué dificultades tuvo que enfrentar para poder estudiar dentro de la Unidad de Banda del Río Salí? ¿Cómo reaccionaron las autoridades penitenciarias sobre el hecho que usted estuviese estudiando en la Facultad?
Son muchísimas las dificultades que tuve que atravesar dentro de la unidad, desde el no tener un espacio físico para estudiar, la necesidad de concurrir a clase, conseguir el material de estudio, viajar en el móvil policial dependiendo de los horarios de la institución, lograr los permisos para rendir e ir a clases y hasta concurrir con custodia uniformada, entre otras.
En cuanto a las autoridades, siempre me apoyaron pero ellas dependen del oficio del juez, por lo que no pueden hacer mucho, como así también el personal. Algunos creen que el que estudia lo que quiere es salir y no ven lo importante que es porque forma parte de la resocialización del interno.
- Desde la Facultad (concretamente desde el Programa Institucional de Tutoría) brindamos información a la Corte Suprema de Justicia sobre su estado académico para dar cuenta de su muy buena trayectoria académica, cuando la Corte daba trámite a un habeas corpus presentado por usted. ¿Cómo atravesó esos momentos en que tuvo que plantear un habeas corpus para poder seguir el cursado de la carrera?
Con respecto al habeas corpus correctivo la Facultad participó enviando un excelente informe en donde se mostró el retroceso producido al cambiar al Juzgado de Ejecución ya que el mismo tardaba en otorgar los permisos para las salidas y eso me hizo perder posibilidades para rendir y cursar materias, negándoseme así el derecho a estudiar. El habeas corpus marcó un antes y un después en esta etapa porque no sólo me benefició a mí, sino también a todas las personas privadas de la libertad que quieran estudiar. Comenzamos a ser miradas y tratadas de otra manera.
Plantear el habeas corpus fue muy importante porque estaba segura de haber actuado bien, ya que al estudiar Derecho obtuve las herramientas para hacerlo. También fue enfrentarme a la primera controversia, con la seguridad de que el derecho estaba, yo sólo debía reclamarlo y así lo hice. Fue mi primer juicio ganado.
- ¿Qué significó el estudio para usted durante estos años?
Para mí el estudiar significó libertad, ocupar el tiempo y mi mente en algo productivo. Pude demostrar quién soy, ayudar a mis compañeras, aprender a defenderme y a hacer valer mis derechos y por sobre todo, demostrarle a mis hijos que ante la adversidad se debe seguir adelante.
- ¿Cómo se proyecta profesionalmente?
Profesionalmente me proyecto trabajando, creciendo y perfeccionando. Estudiar produjo un efecto dominó porque a partir de esta conducta algunas internas y empleadas del penal comenzaron también a hacerlo. Considero que se dieron cuenta que a pesar de las circunstancias el educarse siempre es una buena inversión a futuro porque abre nuevos caminos.
Agradezco el apoyo que recibí de la Facultad de Derecho, ya que me recibió sin hacer diferencias, siempre me sentí una alumna más y me brindó lo que necesité. Pero sobre todo, la Facultad me escuchó y me formó para defender los derechos.
Camila Corrales Morales fue una de las Tutoras Pares de Silvia Lai y así recuerda haber estado a su lado.
"En 2016 junto a mis compañeras Eleonora y Victoria nos sumamos como tutoras pares en el área de contexto de encierro, por nuestros principios de que todas las personas en contexto de encierro deben tener los mismos derechos que cualquiera.
Cuando pusimos nuestros conocimientos en acción todo cerró de manera conmovedora. Creía que estaba despojada de prejuicios pero me di cuenta que no, así que construimos con Silvia un relación de compañerismo y de aprendizaje mutuo durante tres años.
Primero le compartíamos apuntes, teníamos charlas sobre las materias y siempre nos llamo la atención, su proactividad, responsabilidad y entusiasmo. Con el tiempo nos dimos cuenta que ya no necesitaba de tutoras, así fue que se inició una amistad para estudiar juntas. Soy testigo de su excelente desempeño académico, ya es Procuradora y está cerca de ser Abogada. Me emociona.
Me sorprendió su fortaleza, su mirada amorosa y su sonrisa frente a todo lo que debía enfrentar pero su fuerza fue lo más destacado. Nuestro primer encuentro fue el décimo día de una huelga de hambre que estaba realizando para que se le garantice su derecho y eso la mostró como una persona de principios.
Confío en que será una excelente procuradora y abogada al servicio del pueblo, como ella siempre dice".